La presencia de mercurio en diversos pescados está detrás de muchas de las alertas de seguridad alimentaria. La población más sensible (niños y mujeres durante el embarazo y lactancia) deben limitar el consumo de determinadas especies de pescado, lo que no significa eliminar el pescado de la dieta.
Buena parte de las alertas registradas en la Agencia de Seguridad Alimentaria (AESAN) se deben a riesgo químico, en su mayoría el problema es la presencia distintos pescados de mercurio, un metal pesado que puede ser muy tóxico.