Los primeros indicios de autismo. Los primeros signos de ASD se pueden ver tanto en bebés como en niños pequeños. Los signos cruciales que pueden indicar un problema en los más pequeños son:.
- liebre interés (por ejemplo, no adherirse a la mirada de un adulto);.
- no señalar con el dedo las cosas de interés para el niño pequeño;.
- ninguna imitación, así como juegos de video de fantasía.
Los niños con autismo también muestran indiferencia u hostilidad al contacto físico, p. a abrazar Además de eso, no sonríen al ver la cara de su mamá y no reaccionan animadamente cuando ella se acerca – página de inicio. Tampoco requieren la existencia y el interés de sus tutores.
Los problemas con los ojos también son signos y síntomas tempranos del autismo. El niño lo previene activamente (se tapa los ojos o gira la cara) o es incapaz de conservarlo (se asoma a una ventana). Los niños con TEA tampoco responden a la voz de sus padres y no se interesan por otros niños.
Un niño autista suele estar preocupado por los sonidos de la familia o las cosas inofensivas (por ejemplo, juguetes lujosos). Además de eso, un niño afectado por el problema puede jugar de una manera extraña, solo para proporcionar experiencias táctiles.
Los signos y síntomas de ASD que ocurren temprano en la vida también incluyen problemas para dormir y comer. Los últimos se manifiestan por problemas para cambiar a alimentos sólidos o restringir el régimen de dieta a unos pocos productos, p. solo dulce, salado, etc. Un niño con autismo tampoco informa desesperación: su única respuesta a las condiciones es la frustración.
Desarrollo poco común del habla.
Los padres también deben estar preocupados por el avance anormal del lenguaje hablado. Sus indicaciones incluyen ecolalia y falta de comprensión de las expresiones habladas.
Una señal de anomalías es, además, el habla aburrida o cantarina. En los niños afectados por el problema, el habla también puede usarse para la autoestimulación o tener una personalidad estereotipada (el niño pequeño repite palabras, oraciones o parece no estar asociado con la actividad actual).
Los niños autistas también invierten los pronombres personales: se refieren a sí mismos como “tú” y a los demás como “yo”, y crean nombres de elementos según su propósito o inventan sus propias palabras. ¿Cuándo empieza a hablar un niño con autismo? Algunas personas con trastorno del espectro autista nunca comienzan a chatear.
¿Qué puede confundirse con el autismo?
El procedimiento para obtener habilidades de comunicación e interacción social puede variar de un niño a otro. El experto piensa en el diagnóstico de una condición del espectro autista justo cuando se trata de una incongruencia clara y también implacable de las expectativas en estas áreas. Es muy importante recordar que en algunos niños pequeños, la razón de las dificultades en la comunicación social es la timidez o la moderación del comportamiento (es decir, un “calentamiento” lento con personas y escenarios nuevos).
La interacción social restringida en tales personas no es indicativa de autismo.
El habla de un niño también se desarrolla a diferentes precios. Un retraso en esto por sí solo no significa autismo, a menos que el niño también muestre una inspiración limitada para la interacción social, así como habilidades mínimas de comunicación. Además, los hábitos recurrentes o las pasiones limitadas no sugieren por sí mismos un problema. Para ser detectados con TEA, deben ir acompañados de deficiencias en la comunicación social y también en la interacción.
Condiciones comórbidas con el autismo.
El autismo tiene una alta comorbilidad. La mayoría de las veces se acompaña de:.
- problemas de estrés y ansiedad;.
- trastornos del estado de ánimo;.
- problemas para dormir;.
- TDAH Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
El problema del espectro autista también puede coexistir con problemas neurológicos, como: epilepsia;. Trastorno de Landau-Kleffner;. síndromes con descargas continuas en el sueño de ondas lentas. Las personas autistas también suelen tener problemas con la fenilcetonuria y las alergias alimentarias.
Se estima que el 70-80% de las personas con autismo tienen problemas psiquiátricos adicionales. Alrededor del 40-50% de los adolescentes y adultos con TEA cumplen los estándares de 2 o incluso más trastornos. Venir con problemas psicológicos es solo una de las fuentes de problemas de comportamiento, particularmente en forma de hostilidad, autoagresión o acciones de oposición. Suelen ser el motivo de la primera llamada (antes del diagnóstico médico del TEA) del Individuo y también de sus familiares con un profesional.